Cómo reducir los costes de mantenimiento de una empresa
Tabla de contenidos
- ¿Qué son los costes de mantenimiento de una empresa?
- 7 técnicas para reducir los costes de mantenimiento de una empresa
En muchas ocasiones, los costes de mantenimiento pueden reducir significativamente los beneficios de una empresa. Es entonces cuando surge la pregunta ¿cómo se pueden reducir los costes de mantenimiento?
La respuesta a veces es más sencilla de lo que se piensa, estableciendo las estrategias correctas se pueden disminuir en gran medida.
En este artículo exploraremos 7 técnicas para reducir los costes de mantenimiento de una empresa y lograr aumentar los beneficios.
Si quieres saber cómo conseguirlo, ¡sigue leyendo!
¿Qué son los costes de mantenimiento de una empresa?
Los costes de mantenimiento son los derivados de mantener el correcto funcionamiento de un activo en un periodo de tiempo. Dentro de estos gastos se encuentran las reparaciones, inspecciones, sustituciones o técnicos de mantenimiento, entre otras cosas.
3 costes principales de mantenimiento de una empresa
Dependiendo del activo al que se refiera, los costes de mantenimiento variarán, sin embargo, los 3 próximos que te presentamos son comunes:
- Tiempo de inactividad: El tiempo de inactividad se refiere al tiempo que los activos no se encuentran disponibles mientras se realiza su mantenimiento. Estos tiempos pueden resultar muy extensos, lo que resulta una pérdida de productividad e ingresos.
- Mano de obra: La contratación de mano de obra para mantenimiento puede resultar muy costosa, sobre todo si se trata de personal altamente cualificado.
- Materiales y repuestos: La compra de materiales y repuestos para los activos también resultan un gasto considerable dentro del mantenimiento de una empresa.
7 técnicas para reducir los costes de mantenimiento de una empresa
Evita el trabajo no planificado
Uno de los factores que incrementan los costes de mantenimiento es el mantenimiento reactivo, esto se debe a que el trabajo no planificado lleva entre 3 y 9 veces más de tiempo que el trabajo planificado. Esto quiere decir que ese mantenimiento reactivo está agotando recursos de tiempo y dinero.
¿Cómo evitar el trabajo reactivo?
- Plan preventivo con IA
Gracias a las nuevas tecnologías se pueden establecer protocolos de mantenimiento a través de la Inteligencia Artificial, que gracias a sus análisis y automatizaciones prevén fallas y problemas de mantenimiento antes de que estos ocurran.
Además, gracias a la IA se puede establecer una planificación preventiva con la automatización de flujos de trabajo. Esto ayudará a poder tener un plan de actuación de técnicos, o alertas en materiales, lo que facilitará el plan de alerta frente a fallas inesperadas.
- Entender el funcionamiento y ciclo de vida de los activos
Una de las claves es conocer cuál es el ciclo de vida de los diferentes recursos en funcionamiento. Cuando los activos tienden a fallar de manera recurrente, se establecen dos caminos: repararlo o reemplazarlos; es una difícil decisión para muchos directivos, sin embargo, conocer la vida útil de estos y entender la necesidad de cambio de los mismos, es una necesidad para evitar las reparaciones constantes e inesperadas. Alargar la vida útil de un activo al final de su ciclo de vida no hará más que ralentizar los tiempos de trabajo y aumentar el trabajo reactivo, traduciéndose en un incremento de los costes de mantenimiento.
Ten una garantía o seguro extenso de tus activos
A veces se desacierta en los fallos más simples, y es que no mantener un seguro o garantía de tus activos puede aumentar los costes de mantenimiento de forma destacada. Los instrumentos y objetos se estropean con facilidad, por lo que tener un buen seguro o garantía que cubra sus reparaciones reducirá los costes a largo plazo.
Mejorar las estrategias de mantenimiento
Existen múltiples estrategias de mantenimiento, una de las más importantes en la actualidad es el mantenimiento preventivo, pero no es válido para todos los activos y se debe aplicar de la manera correcta para que sea efectiva. Por eso, una opción óptima es integrar diferentes estrategias como:
Mantenimiento reactivo
El mantenimiento reactivo se basa en arreglar y reparar los fallos surgidos de manera inesperada. Sus beneficios son que no se deben realizar costes iniciales y que no son necesarias acciones preventivas. Sin embargo, puede resultar un problema en maquinarias más complejas, al carecer de prevención, los tiempos de inactividad aumentarían.
Mantenimiento de funcionamiento hasta el fallo
Este tipo de mantenimiento se refiere a que no se reparan los activo hasta que estos no se descomponen y fallan, con el fin de cambiar las piezas al por mayor. Ahorra costes de prevención, no se revisa el funcionamiento hasta que estos fallan. Aunque pueda parecer una manera simple y descuidada de mantenimiento, realmente necesita un trabajo muy cuidadoso y planificado, ya que si no se realiza de manera correcta derivará en crisis.
Mantenimiento basado en condiciones
El mantenimiento basado en condición es una estrategia de mantenimiento basada en el análisis y monitoreo de un activo en tiempo real. Frente al mantenimiento preventivo o el mantenimiento planificado, en este caso se realiza el monitoreo cuando se experimenta un menor rendimiento del activo.
Mantenimiento preventivo
Una de las mejores cosas que se pueden hacer para reducir los costes de mantenimiento es aplicar mantenimiento preventivo. El mantenimiento predictivo se basa en programas que analizan los datos de funcionamiento de los diferentes componentes y activos, una vez detectan la posibilidad de fallos en ellos realizan órdenes de operación, indicando la necesidad de reparación, revisión o detención de un activo.
Todo ello lleva a múltiples beneficios que hace que los costes de mantenimiento se reduzcan:
- Reduce los tiempos de inactividad
- Mejora la eficiencia operativa
- Establece una planificación de recursos
- Prolonga la vida útil de los activos
- Reduce los costes en materiales y repuestos
Gestión del inventario
Muchas veces las demoras en la llegada de piezas o materiales generan grandes tiempos de inactividad en los activos, por ello es necesario establecer un control de stock efectivo. Para ello es recomendable establecer piezas clave que se necesiten y tengan similitudes entre activos, de esta manera se puede considerar la posibilidad de mantener diferentes piezas o materiales en el inventario para evitar los tiempos de espera.
Asimismo, se ha de tener en cuenta que los pedidos de piezas y materiales en grandes cantidades tienden a tener mejores precios, por lo que en cualquiera de los casos es una opción más económica y que reducirá los costes.
Alquiler de equipos
Se puede considerar la posibilidad de alquilar equipos en vez de comprarlos, sobre todo si son de uso más esporádico. El alquiler de equipos permite que el mantenimiento corra de la mano del arrendador, lo que reduciría los costes de mantenimiento y agiliza la operatividad de la empresa. Igualmente, existen empresas que, frente a fallos en los equipos y reparaciones, proporcionan maquinaria nueva, una opción beneficiosa para reducir los costes y tiempos de inactividad.
Evaluación de equipos
Antes de decidirse por comprar un equipo, evalúa y analiza que costes van a provenir de él. No solo se debe tener en cuenta el coste inicial de la inversión, sino los gastos derivados en el funcionamiento de la maquinaria. La mejor opción es optar por equipos que tengan menores costes de mantenimiento y gran vida útil, teniendo en cuenta el costo-beneficio.
Formación del personal
Tener un equipo bien formado en materia de mantenimiento será una buena opción para reducir los costes de mantenimiento. Invertir en cursos de formación o micro talleres para que los empleados tengan la información necesaria sobre el funcionamiento y mantenimiento es clave.
Esto no solo ayudará a tener mayores nociones sobre el funcionamiento de los activos, sino que ayudará a que puedan prevenir fallos analizando el comportamiento de los mismos, colaborando así con el mantenimiento predictivo.
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